Tras el descubrimiento de conexiones fraudulentas en cuatro fincas en el sur del Atlántico, con la que se perpetraba un fraude de 150.000 kilovatios hora mes, por un valor cercano a los 112 millones de pesos que equivalen al consumo de cerca de 500 familias de estrato uno, la Policía en el Atlántico develó la llamadas “rutas del fraude”.

La institución reveló “tres sectores focalizados” para el robo de energía en zona rural.

El sector 1 comprende los municipios de Repelón, Usiacurí y Baranoa. El sector 2 incluye a Manatí, Campo de la Cruz, Ponedera, Palmar de Varela y Santo Tomás. Y el sector 3 incluye a Puerto Colombia, Juan de Acosta, Tubará.

Esas son “tres zonas focalizadas donde se están presentando los mayores casos de hurto de energía”, dijo el coronel Carlos Currea, comandante de la Policía en el Atlántico.

En estas poblaciones se concentraron las mayores capturas el año anterior: cerca de 90, con procesos judiciales y flagrancia. Este año ya van 12 personas capturadas con 8 procesos judiciales, mientras están en curso investigaciones contra 20 personas, también por fraude de energía o por robo de redes.

Pérdidas

Ramiro Castilla, gerente de Air-e reveló que las pérdidas por el robo de energía supera son del orden de los 2.000 millones de pesos diarios, “60.000 millones de pesos mensuales, 720.000 millones de pesos al año, producto específicamente del robo de energía".

"En el departamento del Atlántico las pérdidas son de 120 millones de kilovatios hora.  Esa energía nos alcanzaría para suministrarle el servicio a 20 municipios durante 45 días", señaló

A la fecha son más de 200 los procesos penales que cursan en la Fiscalía por el delito de fraude de energía.